Ya
para que decirte que te amo si el ruido apago tu voz,
El
ventarrón de las pasiones sin control opaco el sueño,
No
habías escuchado el pálpito de mi corazón,
Y
se marchó, lejos, haya donde el infinito tiene lugar.
Ya
para que abrazarte si la muerte se robó el calor de tu piel,
Es
la penumbra de la vida la que está sellando tu resplandor,
Ya
sus poros han calmado su esencia de traspirar olor,
El
dolor de morir en la oscuridad esterilizaron los abrazos.
Ya
para que buscar la felicidad, si la despedida se llevó tu sonrisa,
Un
adiós con ganas de perforar la frontera sin retorno,
Eres
de mi vida, una amarga ilusión de que vuelvas a mí,
Sin
fin y sin regreso es mi alegría al verte en el recuadro de la foto.
Ya
para que quiero tenerte, si no hay nuevas oportunidades,
Ya
te has marchado y lejos estas, en este juego no hay dos intensiones,
Estas
lejos y el tiempo ya se acabó; ya eres de la nada que existe
La
vida era una sola y ya la vivimos separados.
Qué
más da tenerte si eres de la realidad un espejismo mágico,
Una
realidad que cambia y el cambio no me llevan hasta tu interior,
No
hay nada que hacer cuando tú quieres alejarte cada vez más,
Esa
es la realidad de quien sabe esperar aun sabiendo que no vendrá.
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