lunes, 23 de diciembre de 2013

EL SOL COMO HORIZONTE.





Sueños que brillan a lo lejos de un amor imposible
Hoy quiero alcanzarte, pero en el infinito vives,
Lejos de mí, sin retorno al corazón de quien te ama,
Voy sin regreso, por el camino que conduce al sol.

¿A dónde van mis sueños? ¡Haya!...  donde el sol brilla,
Aunque lo veo y calienta mis hombros no lo puedo alcanzar,
Hace días comprendí que los sueños son impredecibles
Aunque me acompañas en las noches no te puedo tener cerca.

Son aquellos sueños, hechos espumas, los que quiero alcanzar,
Hoy por hoy, ni con la lucha incansable vislumbraría tu ser,
Por más que camine y por más que corra, siempre te alejas,
Estas pero te apartas al infinito de lo habitual.

Es el sol mi brújula, para encontrar regazo en tus besos,
Mis labios resecos, ansían tu manantial de amar,
Mi garganta amarga aguarda tu dulzura que ya llega,
Pero estas lejos y mi esperanza sigue, aun te veo y te siento.

Tu sonrisa se confunde con el brillo de las estrellas,
Y el sol tiene su color y siempre miras haya, donde estoy yo,
Pero con nostalgia incas la cabeza, y me pongo a llorar,
Porque el sol es mi horizonte, para verte y no lo puedo abrazar.

Un horizonte de amargos sucesos en su travesía,
Pues de historias llenabas mi diario,
Mi sol eres tú y mi espera aun continua, porque no te has ido,
Estas haya arriba imposible de acariciar pero seguro de mirar.

Ahora si eres mi amor platónico, del que enamorado vivo,
Yo sé que también me amas, pero somos distintos:
yo alma y tú cuerpo, donde el sol es nuestro horizonte,
el mañana será una nueva oportunidad para abrazarte en los sueños.

El sol es nuestro horizonte que se opaca con el tiempo,
Ya casi no te veo, pues han pasado años en el devenir,
En las noches se pierde la ilusión, porque te duermes,
De día el amor cobra vida, porque no te siento gemir.
Le tienes fe al horizonte de quererme.

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